Cuatro músicos (acordeón diatónico, bombardino, violín y percusión) y voz, junto a una actriz y cantante, convocan al público a modo de pasacalles hasta conducirlos a un punto en el que previamente se ha ambientado, mediante pequeñas luces y guirnaldas, un espacio destinado al baile.
En ese pequeño paseo, la actriz, interpelada por los músicos, recreará aquellas situaciones, ya casi olvidadas, creadas por aquellos charlatanes ambulantes, maestros del decir rápido y vendedores de lo invendible.
Ya en el espacio de baile, con un repertorio internacional y reconocible por el público, compuesto por temas musicales de muy diversos géneros y épocas, tales como boleros, tangos, pasodobles, swing…, se organiza una verbena -concurso de baile con cambio de pareja y demás juegos, para acabar, tras una degustación de vermú, con un jamón como premio a los y las ganadoras del juego-concurso.